Una y otra vez el mismo sueño. ¿Cuándo dejará de pasar? Quizá no quiero que deje de ocurrir..
Tal vez te eche de menos o tal vez te necesite y por ello te sueño, no sé si me persigues o si te metes en mi cabeza mientras duermo y me haces soñar lo que soñé hacer de pequeñita junto a ti. No he dejado de quererte y supongo que siempre lo haré.
El día 6 de Enero de este año, 2011, necesité el abrazo que me dabas cada 6 de Enero, y fui por primera vez tras tu suicidio al lugar donde solíamos hablar y jugar. Eras el abuelo perfecto, confío en que si aún estuvieses vivo compartiría muchísimas cosas contigo. Aún así debo darte las gracias por haber hecho de mi una niña feliz en tu presencia, gracias por todas esas sonrisas. Te quiero abuelo, siempre seré tu princesa y sé, que allá donde te encuentras, meterás personas buenas que sepan guiarme como lo harías tú, en mi vida.
Con cariño, Ele.
"El abuelo un día, cuando era muy joven, allá en su Galicia, miró el horizonte y pensó que otra senda tal vez existía. Y al viento del norte, que era un viejo amigo, le habló de su prisa, le mostró sus manos, que mansas y fuertes, estaban vacías, y el viento le dijo:
ResponderEliminar-Construye tu vida detrás de los mares, allende Galicia".
Y el abuelo un día, en un viejo barco, se marchó de España. El abuelo un día, como tantos otros,
con tanta esperanza. La imagen querida de su vieja aldea y de sus montañas se llevó grabada
muy dentro del alma, cuando el viejo barco
lo alejó de España. El abuelo un día subió a la carreta de subir la vida. Empuñó el arado, abonó la tierra y el tiempo corría. Y luchó sereno por plantar el árbol que tanto quería. Y el abuelo un día lloró bajo el árbol que al fin florecía, lloró de alegría cuando vio sus manos, que un poco más viejas no estaban vacías.
Y el abuelo entonces,cuando yo era niño, me hablaba de España, del viento del norte, de la vieja aldea y de sus montañas. Le gustaba tanto
recordar las cosas que llevó grabadas muy dentro del alma, que a veces callado, sin decir palabra,
me hablaba de España.
El abuelo un día, cuando era muy viejo, allende Galicia. Me tomó la mano y yo me di cuenta de que ya se moría. Y entonces me dijo, con muy pocas fuerzas y con menos prisa:
-Prométeme, hijo, que a la vieja aldea irás algún día, y al viento del norte dirás que su amigo, a una nueva tierra le entregó la vida.
Y el abuelo un día se quedó dormido sin volver a España. El abuelo un día, como tantos otros,
con tanta esperanza. Y al tiempo al abuelo
lo vi en las aldeas, lo vi en las montañas,
en cada mañana y en cada leyenda, por todas las sendas que anduve de España."
Canción de Alberto Cortez (La Pampa, Argentina, 1940). Por nuestros abuelos, Elizabeth.