En el corazón de todo el mundo, hay pequeños o grandes enchufes que hacen que lata con mayor intensidad. En el mío, hay un gran enchufe que recorre todo mi cuerpo. La instalación está en el alma y recorre todas las venas hasta llegar al corazón. Ahí, es capaz de acomodarse haciendo que el corazón se mantenga con vida. Regulando cada día las agujas y sobre todo, cada vez que este se acelera con cada movimiento sentimental. Y ahí está ese habitante, tan cómodamente...
Manteniéndome con vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario